Conoce 5 lugares con historia de Palma
1. El castillo de Bellver
Se trata de uno de los pocos castillos de planta circular y el más antiguo de ellos. De estilo gótico, esta fortificación está situada a 120m sobre el nivel del mar, en una zona rodeada de bosque, por lo que nos ofrece unas espectaculares vistas a la sierra de Tramontana, la ciudad de Palma y el puerto y el Pla de Mallorca. Precisamente de ahí su nombre, ya que en catalán antiguo bell veer significa “bella vista”.
En el interior del castillo de Bellver puedes encontrar el Museo de Historia de la ciudad de Palma, que ofrece un recorrido por la evolución de la ciudad, desde los asentamientos talayóticos hasta el siglo XX.
Para no perder detalle de la visita, puedes descargarte su aplicación oficial, Castell de Bellver, una audioguía que te servirá para obtener información histórica y arquitectónica del castillo y conocer las piezas más importantes expuestas en el museo.
2. Molí d'en Garleta
La isla de Mallorca cuenta con más de 2000 molinos, pero se calcula que llegó a haber más de 4000. Los molinos están considerados patrimonio cultural del archipiélago y son un símbolo muy característico del paisaje balear. Los primeros de ellos, que datan del año 1262, suelen estar formados por torres cilíndricas de 7 u 8 metros de altura y eran utilizados para moler harina (molinos de viento) y para extraer agua del subsuelo (molinos de agua).
En el barrio de Es Jonquet, a unos metros del hotel Born, y con unas bellas vistas al puerto, encontrarás el Museo de los molinos, una visita al antiguo “Molí d’en Garleta”, que te permitirá conocer la historia, desarrollo y funcionamiento de estas emblemáticas construcciones.
El museo está abierto los martes y jueves de 10.30 a 12.30h. Las visitas son gratuitas.
3. Barrio de Santa Catalina
El barrio de Santa Catalina debe su nombre a un antiguo hospital dedicado a Santa Catalina de Alexandria (santa patrona de mercaderes y marineros). Cercano al mar, fue un barrio típico de pescadores donde también vivían fabricantes de amarres y molineros de harina, de ahí que podamos encontrar molinos del siglo XVIII en la calle Industria y en Es Jonquet.
En el barrio de Santa Catalina se encuentra el mercado gastronómico más antiguo de Palma, construido en el año 1920: el Mercat de Santa Catalina, que ofrece una gran variedad de productos frescos, en su mayoría de producción local y de temporada. Allí, además, puedes disfrutar de una gran variedad de restaurantes, todo un mundo gastronómico entre los que se encuentra la comida libanesa, asiática, italiana, rusa… un sinfín de placeres para los paladares más exquisitos.
4. Ca’n Joan de s’aigo
Es considerado uno de los establecimientos más emblemáticos de Palma, con más de trescientos años de historia (data de 1700), y una de las primeras chocolaterías de Europa. Su fundador, Joan Thomàs, más conocido como Joan de S’aigo, fue un empresario de la zona que se dedicaba a recoger y vender nieve de la sierra de Tramontana para luego almacenarla y refrigerar los alimentos en verano.
Un buen plan para un día frío de invierno, como ya te hemos recomendado con anterioridad, es degustar uno de sus deliciosos chocolates a la taza con ensaimada. Pero también te recomendamos visitarlo en verano, ya que allí podrás disfrutar de su gran variedad de helados. Merece una mención especial el de almendra, el primer sabor que empezó a comercializar. Asimismo, puedes degustar helados de leche merengada, cava, café, albaricoque, fresa, chocolate, vainilla y avellana.
Actualmente Ca’n Joan de s’aigo cuenta con 3 locales en Palma, uno de ellos muy cerca del hotel Born. En el más antiguo de estos locales, situado en la calle Can Sanç, todavía conservan el primer molino que se utilizó para la fabricación de los helados.
5. S’Hort del Rei
Se trata de los jardines situados entre el Palacio de l’Almudaina y la Avenida Antonio Maura. Aunque aparecen en todos los planos de Palma anteriores a 1900, los jardines de s’Hort del Rei tal y como los conocemos hoy son los que proyectó el arquitecto mallorquín Gabriel Alomar a partir de 1966. Alomar combinó aspectos tradicionales del jardín mallorquín, como la pérgola, con otros de inspiración andalusí, como la alberca, con surtidores que recuerdan al Generalife de Granada.
En s’Hort del Rei, además de árboles frutales y una gran variedad de plantas y flores, puedes encontrar diversas esculturas, como por ejemplo El foner (1898). Esta obra del escultor mallorquín Llorens Rosselló fue premiada con la Medalla de Plata en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona en 1898, y representa a los míticos foners baleares. También destacan Jònica (1989), escultura de mármol obra de Josep Maria Subirachs, y Nancy (1972), de Alexander Calder, una escultura de hierro de tipología Stabile-Mobile compuesta por piezas con una parte fija y otra móvil.
Desde el jardín puedes acceder directamente a la Catedral y el Palacio de l’Almudaina.
Recuerda que puedes consultarnos información sobre la ciudad, estaremos encantados de ayudarte.
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